Los tres estudiaron la Licenciatura en Diseño Industrial en la Universidad ORT Uruguay. Los tres volvieron, luego de graduarse, como docentes. Pablo Pirotto es cofundador de Glucosee, proyecto financiado por ANII para el desarrollo de Topsulin. Clarisa Bielawski, de áurea studio. Tatiana Zooby es asesora académica de la Escuela de Diseño de ORT. Cada uno, en su propio camino, reflexionó sobre la profesión en este ping-pong.
En Diseño Industrial encontré la versatilidad y flexibilidad que me permitiría expandirme hacia otras áreas. Son carreras que uno va descubriendo a medida que se va sumergiendo en cada semestre, por lo que preferí mantener el espectro lo más amplio posible. Diseño Industrial me pareció la opción más completa y abarcativa.
Lic. Clarisa Bielawski
Características de un buen diseñador industrial
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Clarisa: curiosidad, flexibilidad, mente abierta
“Creo que un diseñador industrial debería ser curioso de su entorno y observador. También lo suficientemente flexible como para poder abordar proyectos diversos e ir evolucionando a las demandas de un mercado laboral muy cambiante. Es fundamental tener ganas de aprender y una mente abierta, ser proactivo y autodidacta —quizás esto aplique a la mayoría de los profesionales—. Por último, ser capaz de liberarse de algunos conceptos preestablecidos como para poder desatar la creatividad y pensar ideas realmente fuera de la caja.”
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Pablo: empatía, creatividad y perseverancia
“Un buen diseñador industrial debe ser empático, creativo y rápido a la hora de identificar problemas y plantear soluciones. Además, tener habilidades de gestión, toma de decisiones y comunicación muy bien desarrolladas.”
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Tatiana: flexibilidad, orden y con disposición al cambio
“Ser meticuloso, ordenado, perseverante, creativo, y ante todo flexible y dispuesto al cambio.”
Siempre me interesaron las actividades creativas y manuales, buscando entre otras cosas, herramientas que me permitieran bajar mis ideas a elementos tangibles.
Lic. Tatiana Zooby
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Un diseño que emocione
Clarisa mencionó el rack LAZO, un mueble que diseñó en Sámago. “Fue la primera vez que experimenté con un material tan novedoso como el Valchromat, un tablero de fibra de madera de alta densidad coloreado en masa. Mediante el diseño, intentamos explotar todas las posibilidades que ofrecía el material, llegando a la mínima expresión: sin herrajes ni agregados ornamentales. La misma textura ranurada da flexibilidad a la placa y guía al usuario en su interacción”.
Pablo recordó la juguera Juicy Salif, de Philippe Starck, “un diseño que me emociona, la combinación perfecta entre estética y funcionalidad”.
Tatiana respondió el diseño de equipamiento que desarrolló en Proyecto Integrador: “un sistema de módulos que, combinados con almohadones y cajones, podían configurarse de diferentes maneras acorde al espacio disponible. Asimismo, el cambio de paleta cromática y materiales lo volvía más versátil, pudiendo adaptarse a diferentes usos o públicos”.
Dónde se encuentra inspiración
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Clarisa: las experiencias
“Pienso que la inspiración tiene mucho que ver con experiencias: todo lo que vemos y sentimos al interactuar con diversos productos, queda en algún lugar de nuestras mentes.
Frecuentemente, la idea nos encuentra haciendo o pensando en otras cosas, puede asomar en los momentos y sitios menos esperados. Ya sea algo que vemos, escuchamos, tocamos o sentimos nos puede hacer conectar con experiencias previas y dispararnos una nueva idea. Es como si, en ese momento, se unieran todos los puntos.
Por supuesto, es clave generar y nutrir esas experiencias: conocer nuevas realidades y personas, ser curiosos de nuestro alrededor, estar en contacto con la naturaleza, abrir los ojos al mundo real y digital que nos rodea. También, ante cualquier proyecto, la etapa de investigación nos ayuda a generar un marco y una base para la inspiración”.
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Pablo: el deporte y la naturaleza
“Encuentro inspiración en el deporte y la naturaleza: me apasiona salir a correr por la playa o rodar en bicicleta mientras pienso soluciones, siento que las ideas más débiles van perdiendo fuerza y se desconectan solas, mientras que las más relevantes quedan latentes, para volcarlas al papel inmediatamente después de la sesión”.
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Tatiana: la naturaleza y los vínculos humanos
“En la naturaleza, en observar lo que ocurre a mi alrededor, en los vínculos humanos y las cosas que acontecen entre las personas”.
Un material para trabajar
Clarisa respondió que, para maquetar, cartulina; Pablo mencionó la impresión 3D y Tatiana la madera, por ser un material siempre noble.
Una herramienta de trabajo
Para Clarisa, primero, papel y lápiz, después directamente la computadora. Pablo prefirió recomendar Google Sheet por “su capacidad de trabajo colaborativo”. Tatiana respondió una trincheta.
Me descubrí como diseñador industrial de casualidad, incluso sin conocer la profesión. Culminando secundaria, siendo muy objetivo con mis capacidades y limitaciones en búsqueda de 'mi profesión', me encontré con el primer concurso de diseño sobre ruedas en ORT, para el que elaboré mi primer diseño con mucha pasión y una gran apuesta a mi fututo profesional.
Lic. Pablo Pirotto
Un maestro
Si bien está convencida que tuvo varios a lo largo de la carrera, Clarisa destacó a Rafael Antía. También recordó a Carlos Devicenzi, excoordinador de Diseño Gráfico: “además de ser mi profesor de Dibujo Técnico, fue quien vio en mí algún potencial para ser docente y me ofreció ser su asistente”.
“Más que maestro, un gran mentor y motivador es Daniel Domínguez”, sostiene Pablo. “Fue el primer diseñador industrial que conocí y, sin dudas, un gran referente con enseñanzas y frases célebres como: El Diseño Industrial es una actividad para mentes inquietas...”.
Tatiana también mencionó a Daniel Domínguez y sumó a Andrea Montedónico, Andrea Grossy, Oscar Aguirre y Alejandro Trinidad.
Un diseñador que todo diseñador debería conocer
Clarisa recomendó a Benjamin Hubert, fundador de LAYER; Pablo a Horacio Pagani por “su filosofía, creatividad, pasión y convicción son de gran motivación”; mientras que Tatiana a mencionó a Bruno Munari.
