La Mag. Aïda del Solar, productora audiovisual peruana radicada en París, Francia, es graduada en cine y animación por la Escuela Nacional Superior de Arte Dramático ENSAD (Lima, Perú) y en guion por La Fémis (París, Francia). Cuenta con más de 20 años de experiencia formando artistas en narrativa visual para animación y cine y, además, ha trabajado con directores, estudios, instituciones culturales y escuelas de prestigio alrededor del mundo.
https://www.youtube.com/watch?v=0BUIa9l_NBY
Actualmente es coordinadora y tutora en Gobelins L'École de L'image (París, Francia) y directora creativa y de Arte y tutora en Cnam-Enjmin (Conservatoire National des Arts et Métiers - École Nationale du Jeu et des Médias Interactifs Numériques; Angoulême, Francia).
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Aïda, para comenzar, nos gustaría proponerte un pequeño juego: imaginemos que, por alguna razón, solo podrías ver tres películas —a tu elección— por el resto de tu vida. ¿Cuáles escogerías y por qué?
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¿Escoger 3 películas para el resto de mi vida? ¡Qué tortura! No puedo. No juego —risas—. Si no, elijo bien largas: Once Upon a Time in America (Érase una vez en América, 1984), de Sergio Leone. Hiroshima, mon amour (Hiroshima, mi amor, 1959), de Alain Resnais. La jetée (La terminal, 1962), de Chris Marker. Pero seguiré viendo todos los Miyazaki y Takahatas a escondidas. Y creo que agregaría Your Name (2016), de Makoto Shinkai; Rashōmon (1950), de Akira Kurosawa; Amores Perros (2000), de Alejandro González Iñárritu; Drive my car, de Ryûsuke Hamaguchi… no, imposible quedarme con solo tres. Estoy abonada a mubi.com, ¡haría trampa todos los días!
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¿Cuál fue tu mayor motivación para hacer una carrera profesional en producción audiovisual y animación, para dedicar tu vida a este arte y a su enseñanza?
- Lo supe cuando descubrí que podíamos tener muchas más vidas a través de nuestras historias y películas y que ellas vivirían más tiempo que nosotros.
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¿Cuáles consideras que fueron los mayores desafíos para avanzar en tu carrera?
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El peor desafío es que creemos que tenemos todo el tiempo del mundo. Y no.
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Aïda, cuentas con una vasta experiencia internacional en el mundo audiovisual, ¿cómo ves el estado de la cuestión de la producción y la animación en América Latina en relación con el resto del mundo?
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¡América Latina está despegando! Miren a México, Colombia, Argentina, Chile… abróchense los cinturones ¡y vamos!
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¿Cuáles consideras que son las fortalezas de la producción audiovisual de la región?
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La fortaleza son las historias, nuestra manera de ver el mundo como algo surrealista, el desdoblamiento que hemos efectuado para guardar nuestra esencia. Esa mixtura…
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Y, en este sentido, ¿qué lugar crees que ocupa una formación profesional en animación y en producción audiovisual como las que ofrece Universidad ORT Uruguay, que son únicas en la región?
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Impulsa a plasmar ese sueño, que requiere tenacidad y más trabajo que el desarrollo de la misma creatividad. La perseverancia de un loco, la calculadora de un banquero…
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¿Cuáles son tus perspectivas en relación con el futuro de la animación y el audiovisual, sobre todo en relación con las realidades alternativas y los metaversos?
- El cine de animación en sí, ya es una realidad alternativa. Y los sueños también, ¿no? El metaverso va proponer otras técnicas de “intervenir” en la historia, el espacio y el tiempo. Será útil, va a desarrollar una filosofía a partir de simulaciones. También creo que será divertido, un viaje proactivo. Un útil fabuloso para aprender algo. Y de repente para apreciar mejor nuestra propia realidad —risas—.
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Las medidas que hubo que tomar para frenar la COVID-19 reforzaron la hiperconectividad e hiperglobalización en el mundo, ¿cuáles son tus perspectivas sobre las posibilidades y oportunidades que ofrece la transformación digital para la producción audiovisual y la animación, especialmente después de la pandemia?
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La pandemia ha permitido conectarse desde cualquier parte, quedándonos siempre dentro de ese rectángulo que es el écran, sin olor ni sabor. Con lo lindo que es viajar e interactuar con colegas, amigos. Técnicamente, una producción globalizada es genial. Humanamente, todo lo que somos no puede quedarse solo en un rectángulo de écran. Lo ideal es alternar.
Hacemos cine de animación para humanos. Humanos que buscan otro punto de vista, con una historia, una apuesta visual, sonora, mental, para luego “volver en sí” sintiendo que captaron una emoción, una enseñanza, un viaje intenso… para todos nuestros sentidos.
Tenemos suerte… Así sea un trabajo inimaginable.
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