El ciclo de charlas se realizó los días 28 de octubre, 10 de noviembre y 25 de noviembre y cada una de las jornadas se concentró en un perfil profesional: Estratégico, Digital y Emprendedor.
En cada instancia se mostró cómo los diseñadores fueron forjando su propio camino profesional, mientras ofrecían miradas enriquecedoras sobre sus procesos y experiencias.
Las tres instancias fueron moderadas por el Dis. Ind. Daniel Domínguez y el Lic. Dis. Ind. Pablo Pirotto, coordinador académico y coordinador académico adjunto de Diseño Industrial, respectivamente.
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Licenciatura en Diseño Industrial
Diseñadores estratégicos enfocados en gestionar
Para la primera charla se convocó a los licenciados en Diseño Industrial Daiana Pandolfo, gerenta general de Pronto Maderas; Pedro Laprovitera, fundador y director de Dominar Estudio; y Estanislao Pérez, estratega de diseño en Carpintería Gumabru.
Los tres compartieron su mirada sobre el rol del diseñador como gestor de procesos, equipos y estrategias, destacando su aporte en entornos creativos, productivos y en constante transformación.
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Durante la jornada se subrayó la importancia de un diseño capaz de planificar, coordinar y ejecutar con intención, integrando pensamiento proyectual y liderazgo estratégico para transformar ideas en resultados concretos.
Los invitados coincidieron en que el diseñador industrial actual necesita comprender el proceso de forma integral: desde la experiencia del usuario y la gestión, hasta la producción y la innovación tecnológica.
Resaltaron que el diseño excede lo estético: implica interpretar necesidades, liderar equipos y articular con proveedores y clientes en un mercado cada vez más competitivo.
Uno de los ejes centrales fue el diseño como herramienta estratégica, capaz de impulsar mejoras, optimizar procesos, incorporar nuevas tecnologías y generar impacto en diferentes escalas, desde pymes hasta empresas con alcance internacional.
Los panelistas compartieron ejemplos sobre cómo la demanda de los clientes —a menudo superior a la capacidad inicial de las empresas— actúa como motor de crecimiento. Desde la búsqueda de soluciones innovadoras hasta la creación de alianzas estratégicas, el diseño industrial se presenta como un factor clave para abrir nuevos horizontes y ampliar la competitividad.
Además, enfatizaron el valor de las habilidades blandas, especialmente la empatía, la escucha activa y la comunicación, esenciales para liderar procesos de cambio y coordinar equipos. También destacaron el rol del diseñador como puente entre clientes, proveedores y equipos internos.
Finalmente, se remarcó la necesidad de fortalecer una comunidad de diseño que comparta conocimiento y potencie oportunidades. En un contexto dinámico, la apertura a nuevas herramientas —incluyendo tecnologías como la inteligencia artificial— será clave para continuar generando propuestas innovadoras.
Diseñadores digitales enfocados en producir
El encuentro contó con la participación de Mateo Pagliano y Juan Souto, diseñadores industriales en Estudio Punto; Floriana Netto, estudiante de Diseño Industrial con experiencia previa en Pronto Maderas; y Fernando Solaro, proyectista de automatización en Frontmatec Group.
Los invitados compartieron sus experiencias en torno a la aplicación de tecnologías digitales, la fabricación avanzada y los nuevos modos de producción en el ámbito del diseño industrial.
https://www.youtube.com/watch?v=EnZZm-jKxRk&t=16s
Durante la jornada se abordaron temas vinculados a la integración entre el pensamiento proyectual y las herramientas de fabricación digital, como la impresión 3D, el corte CNC y la simulación paramétrica.
Los panelistas destacaron cómo estas tecnologías están transformando los procesos productivos y abriendo nuevas oportunidades para diseñadores que combinan creatividad, técnica y gestión.
Durante el encuentro se destacó que el diseñador digital no solo trabaja con herramientas específicas, sino que debe comprender los procesos de producción, las dinámicas de desarrollo y la interacción con equipos multidisciplinarios.
Este perfil requiere una visión integral que combine pensamiento proyectual, manejo de software especializado y habilidades para resolver problemas en contextos reales.
Los invitados subrayaron que la producción digital demanda familiaridad con tecnologías en constante evolución: modelado y simulación 3D, flujos de render y visualización, fabricación digital, optimización de tiempos y procesos, y articulación con proveedores tecnológicos.
En este sentido, se enfatizó que el dominio de herramientas digitales no es un fin en sí mismo, sino un medio para generar soluciones eficientes, precisas y adaptadas a las necesidades del usuario y del mercado.
Uno de los puntos centrales de la charla fue la importancia de la versatilidad. Frente a un panorama donde las herramientas cambian rápidamente, los participantes coincidieron en que el diseñador digital debe contar con la capacidad de aprender, actualizarse y experimentar.
La combinación entre técnica, criterio y criterio estético —respaldada por una sólida base de diseño industrial— permite que estos profesionales aporten valor en diferentes etapas del desarrollo de productos.
Asimismo, se abordó la necesidad de gestionar tiempos, coordinar entregables y colaborar con especialistas de diversas áreas, desde ingeniería y marketing hasta comunicación visual y producción industrial. La articulación entre perfiles técnicos y creativos se presentó como un factor clave para lograr resultados consistentes y competitivos.
Finalmente, la charla remarcó que los nuevos perfiles profesionales surgen en un contexto dinámico, donde el diseño digital se integra a procesos complejos y multidisciplinarios.
La apertura a nuevas herramientas, la capacidad de adaptación y el pensamiento crítico aparecen como competencias esenciales para un diseñador que busca producir con calidad, eficiencia y visión estratégica.
Diseñadores emprendedores enfocados en innovar
El encuentro contó con las exposiciones de Bruno Lara, diseñador industrial en Belebe y diseñador freelance; Pilar Pirez, diseñadora industrial en Estudio Lark; y Valentina Pereyra, diseñadora industrial y fundadora de PIXO.
Los expositores presentaron distintas experiencias y abordajes vinculados al diseño industrial como motor de innovación, desarrollo de nuevos productos y creación de emprendimientos con impacto real.
https://www.youtube.com/watch?v=hUwR9qjJ9eA&t=182s
Bruno compartió su experiencia en la construcción de su taller, donde combina carpintería, herrería y un servicio de arenado que permite restaurar piezas metálicas.
Pilar explicó el desarrollo de su estudio y sus colecciones de mobiliario, diseñadas desde la observación de las rutinas y necesidades reales de las personas.
Valentina, por su parte, presentó PIXO, su emprendimiento orientado a acercar la electrónica y la programación a nuevas generaciones mediante kits lúdicos y accesibles.
El diálogo avanzó hacia un eje que atraviesa a los tres: la innovación como resultado de identificar necesidades reales más que de “inventar lo nuevo”.
Tanto en juguetes electrónicos como en muebles o accesorios del hogar, destacaron que el valor diferencial surge de mirar con otros ojos lo que ya existe, detectar oportunidades ocultas y aportar un estilo propio.
Otro tema central fue la materialización: prototipado, proveedores y alianzas. Los tres coincidieron en que emprender implica combinar trabajo propio con la búsqueda de talleres confiables, y que la comunicación clara con carpinteros, herreros o técnicos es una herramienta clave adquirida en la carrera.
También destacaron la importancia del prototipado rápido para validar ideas y del aprendizaje constante, desde cursos hasta tutoriales de YouTube.
Luego se abordó el rol ampliado del diseñador emprendedor: liderar equipos, delegar, integrar profesionales de otras áreas y sostener la motivación del proyecto.
La conversación incluyó un apartado sobre emprender en Uruguay, donde todos coincidieron en que es posible, aunque desafiante.
El mercado pequeño, la lentitud productiva y la dificultad para encontrar talleres especializados coexisten con grandes ventajas: validación rápida, redes accesibles, apoyos como la Agencia Nacional de Desarrollo
(ANDE) y oportunidades de internacionalización.
Valentina explicó cómo financió sus primeros prototipos, vendió más de 100 kits y comenzó a expandirse a otros países; Pilar subrayó el valor de compartir ideas y construir comunidad; Bruno remarcó que, pese al miedo inicial, el empuje creativo termina imponiéndose.
Hacia el final, los tres proyectaron el futuro de sus emprendimientos: Pilar busca ampliar su colección e incorporar otros diseñadores; Valentina avanza hacia la licencia internacional de sus productos; Bruno trabaja para lanzar su primera línea completamente producida en su taller.
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