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CreativeMornings, una instancia por y para creativos

22/04/2019
En el Día Mundial de la Creatividad y la Innovación, la licenciada en Diseño Industrial por ORT, Valentina Piquerez, cuenta sobre su experiencia como fundadora de CreativeMornings Montevideo.
CreativeMornings

Un DJ con una mesa táctil y la posibilidad de experimentar con ella en primera persona en Barcelona. Esa fue la semilla a partir de la cual germinó lo que desde hace casi cinco años es CreativeMornings Montevideo.

En distintas ciudades del mundo, CreativeMornings —un movimiento que se inició en Nueva York en 2008— ofrece un espacio de encuentro mensual a la comunidad creativa. Cada mes, en un encuentro de dos horas y con un desayuno de algún microemprendedor local de por medio, 70 personas abordan un tema y tienen la posibilidad de escuchar a un orador, y también de intercambiar con él y con los demás asistentes. Es un ámbito de conexión entre creativos de diferentes áreas y también es una ventana al mundo.

A raíz del Día Mundial de la Creatividad y la Innovación, impulsado por la Organización de las Naciones Unidas para cada 21 de abril, conversamos con Valentina Piquerez, licenciada en Diseño Industrial por la Universidad ORT Uruguay, responsable de la llegada de CreativeMornings a la capital uruguaya junto con su socia, Sofía Donner, también graduada de la misma carrera de ORT. 

¿Cómo definís CreativeMornings?

Es una serie de conferencias gratuitas que se hacen alrededor del mundo, en 200 ciudades. Arrancó en 2008 con Tina Roth-Eisenberg, una suiza que se mudó a Nueva York y formó este espacio de encuentro. Empezó siendo algo íntimo, invitó a amigos con un desayuno, para que se conocieran y se escucharan entre sí. Lo que generó fue un espacio de encuentro y conexión para amigos que quizás no tenían más cosas en común que cierta apertura y el hecho de estar en el camino de la acción.

En Montevideo arrancamos a fines del 2014, y hoy tanto acá como a nivel global, es una comunidad de personas creativas que entienden que todos tenemos el poder de la acción y de cambiar las cosas. Es una comunidad diversa y abierta, que entiende el valor de las diferencias, de tender puentes, de conectar en el mundo real y de cambiar el mundo. Somos muy soñadores, pero personas que no solo sueñan, sino que accionan, y eso nos une.

Es algo que se hace de forma 100 % voluntaria. Todo lo que tenemos, sean las locaciones, los aliados, la imprenta, es porque consideran que está bueno lo que hacemos.

Venimos transitando estos cinco años y es todo a energía humana. CreativeMornings pasa si la ciudad quiere que pase, tenemos que estar todos creyendo en esto para que suceda.

¿Por qué trajiste CreativeMornings a Montevideo?

Después de estudiar en ORT fui a hacer un postgrado a Barcelona, quería especializarme en servicios y experiencias, en el diseño de esos intangibles. En Elisava estudié el Postgrado en Innovación y Design Thinking. Fui a ver el futuro, a ver cómo las sociedades se iban inventando, cuál era tendencia en otras partes del mundo y qué podía traer acá.

Observé, estuve atenta a las posibilidades y a ver eventos que me parecieran copados, porque era una forma de conectar con la ciudad. Así conocí CreativeMornings.

Me encantó, primero que nada, saber que las personas que me estaban abriendo las puertas y las que me estaban sirviendo un café lo estaban haciendo porque realmente creían en ese espacio; me generó mucha emoción.

Pude conocer personas nuevas que había en la vuelta, lo que me pareció superenriquecedor y con mucha energía. Barcelona ya me daba una energía muy alta, porque es una ciudad muy creativa y muy viva, pero al salir esa mañana sentí que me podía comer el mundo.

Quería generar este espacio de apertura en Montevideo, porque sentía que no había un lugar así de intercambio, de decirnos a nosotros mismos que sí podemos y de demostrarnos cómo el otro logró hacer tal cosa, desde un lugar de construcción y de admiración.

CreativeMornings, por su formato y por el hecho de que no haya dinero de por medio, también me daba la posibilidad de crear algo que tuviese gran impacto. No solo por lo que podía generar para la comunidad, sino también porque ponía a Montevideo en un mapa creativo global que podía darles visibilidad a estas personas que eligiéramos como oradores.

Sofía Donner, también graduada de la Licenciatura en Diseño Industrial de ORT, fue mi socia en toda esta aventura.

En noviembre se van a cumplir cinco años del primer evento que se hizo en Montevideo. ¿Cómo valorás el aporte que CM ha hecho a la comunidad creativa de la ciudad?

Creo que Montevideo hace cinco años no tenía la vibración que tiene hoy y los espacios de encuentro y de creatividad que ahora tiene.

Para que nos dieran la representación de CreativeMornings nos teníamos que postular y decir qué espacio nos iba a albergar. En esa búsqueda de tocar puertas para encontrar el espacio que tuviera esa energía que queríamos conocí a los socios de Sinergia, cuando todavía no existía. CreativeMornings fue el primer evento que se empezó a hacer de forma regular en Sinergia, y a partir de la creación de ambas comunidades hubo una retroalimentación muy fuerte. Eso que pasó al principio fue una piedra fundamental.

Hoy los creativos trabajamos de forma distinta, ya no tanto en estudios o empresas con roles asignados, trabajamos mucho con el autoempleo, nómades, viajando por el mundo.

Creo que estos espacios son fundamentales para esta nueva construcción de nosotros mismos como creativos en la forma de trabajo.

CreativeMornings es una ventana espectacular para personas que están viajando por el mundo.

Hemos sido una buena ventana para creativos locales, para que en el mundo los puedan ver y conocer. Obviamente es por mérito propio de esas personas que se esfuerzan por trazar su camino, pero creo que el hecho de estar en CreativeMornings, en la página en donde están las charlas de todo el mundo, es una buena vitrina.

Hay muchos en todo el mundo que usan la plataforma para encontrar talentos. En Montevideo nos ha pasado que buscan en nuestros perfiles para reclutar gente.

¿Cómo se da ese proceso de creatividad e innovación que el equipo de CreativeMornings Montevideo tiene que hacer para generar eventos atractivos mes a mes?

Trabajamos mucho con la metodología del Design Thinking y con la de la Cocreación. Todos los miembros del equipo tienen voz y voto, nos reunimos una vez por semana y trabajamos en conjunto para ver de qué forma podemos enfocar el tema del mes.

Hacemos brainstorming entre todos, clusterizamos, organizamos las ideas, vemos qué grandes conceptos hay, cómo se conectan y después pensamos quién tiene algo que decir sobre eso. La comunidad se siente muy parte y aporta sus ideas también.

A partir de ahí tenemos el desarrollo de la construcción de la charla, para el cual también creamos un proceso propio para apoyar al orador, porque entendemos que no es algo fácil y no todos tienen esa habilidad.

Cuando sabemos por dónde va a ir la charla, pensamos en las actividades que podemos crear en paralelo al desayuno. Por ejemplo, con Gabriel Pasarisa, que es uno de los tantos docentes de ORT que fueron oradores, hicimos un pequeño taller de tipos gráficos y las personas tenían la posibilidad de entintar e imprimir a mano con métodos superantiguos y artesanales. Es la posibilidad de experimentar algo nuevo.

No tenemos recursos monetarios para invertir, pero tenemos todas nuestras capacidades para crear algo nuevo.

Al tratarse de un espacio gratuito y abierto, para ser parte de CreativeMornings alcanza con hacerse un perfil en su página web e ir a buscar personalmente la entrada el lunes antes de cada evento.

Te definís como una diseñadora de servicios y experiencias, ¿por qué?

Siempre me gustó esa posibilidad de crear algo nuevo, pero me genera mucho ruido la creación del objeto. Siento que estamos en una sociedad hiperconsumista y muy materialista, por lo que ahora estamos tendiendo mucho más a invertir en la experiencia, que es invertir en vida, en lo que vivo y no en lo que tengo.

Si bien el diseño de servicios tiene algo tangible, no se enfoca en el objeto, en general se refiere a diseñar procesos, a planificar y organizar a las personas y a los proveedores, al equipo, a la infraestructura, a la comunicación alrededor de un servicio para generar algo que sea de mayor calidad.

Se enfoca principalmente en la experiencia que vive la persona que va a consumir el servicio y entender que somos capaces de diseñar esa experiencia que la persona va a vivir.

Justamente, el Design Thinking, que me lo presentaron los docentes cuando hablamos de innovación en los últimos años de la carrera, lo que propone es que la persona va primero: tenemos que encontrar el punto de encuentro, cruzar las variables de lo que es deseable, de lo que la persona necesita y desea, lo que la empresa es capaz de hacer y a lo que es económicamente viable. Es ese cruce y empezar pensando en la persona lo que cambia totalmente el foco de cómo desarrollamos la ideas, los emprendimientos, los negocios.

Me defino así porque es en lo que quiero seguir especializándome. Hay que generar una cultura y un conocimiento que todavía no está en la cabeza de los empresarios, y por eso es muy importante.

El diseño industrial está asociado a la generación de productos, ¿cómo se vincula tu faceta de Licenciada en Diseño Industrial con la de diseñadora de servicios y experiencias?

Todo lo que tiene que ver con el prototipado siempre fue muy importante en todas las entregas. Es un concepto básico que en Design Thinking siempre se repite, es el pensamiento de diseño y la metodología. Es algo que aprendí en la universidad y hoy lo sigo teniendo como base fundamental: entender que cuanto antes prototipemos una idea y podamos testear esos conceptos que fuimos desarrollando, que si nuestro usuario lo investigamos de forma correcta, si tomamos la muestra que teníamos que tomar y si desarrollamos algo que es viable, es mejor.

Es lo que nos permite darnos cuenta de si tenemos que volver para atrás o seguir avanzando. No hay que frustrarse, porque las cosas no salen perfectas de una. Lo importante es pasar por el proceso, saber que se puede volver a empezar.

La creatividad está en todo y es justamente cómo somos capaces de resolver problemas existentes con recursos existentes pero viéndolos y usándolos de otra forma. Todos somos creadores como seres humanos, y en la intersección y en la variedad está la posibilidad de la creación de las nuevas cosas.

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