Se pudieron ver varias colecciones cápsula para marcas con fuerte presencia en el mercado, así como propuestas que apostaron a utilizar materiales conocidos, pero de una forma innovadora. Aquí un resumen de Proyecto Integrador – ReCreación17 en el área de diseño de modas.
Ana Darracq, para Menini Nicola
Ana Darracq, de la Licenciatura en Diseño de Modas, realizó su Proyecto Integrador junto a Menini Nicola, empresa uruguaya que se dedica al diseño y producción de mobiliario y accesorios para el hogar.
“Durante la carrera y en experiencias personales he trabajado mucho con indumentaria, entonces en Proyecto quería realizar algo dentro de lo textil pero no en la indumentaria sino en accesorios para el hogar”, comentó. “Hice una búsqueda en el proceso textil, una búsqueda de texturas que me pareció interesante, que apoye a los muebles pero que no compita, que genere un equilibro”.
El trabajo de la estudiante consistió en incorporar materiales textiles que resultan alternativos en el rubro equipamiento. Su colección, Moola, mezcla diferentes materias primas de distintos universos: “se juega con que son como seres vivos que nos invitan a tocarlos”.
Trabajó con cuatro texturas: trapos de piso con silicona —“como explotando la silicona a través de los trapos”—, varias telas de jeans adheridas una sobre otra para generar paneles de sonido, almohadones y alfombras con lana, y a la vez almohadones en degradé, “que nos llevan hacia no sabemos qué”.
María Emilia Fontana, para Club House
María Emilia Fontana trabajó con Club House, una propuesta de indumentaria masculina y femenina. La estudiante señaló que la marca cuenta con nueve locales y su fuerte es la indumentaria masculina, por lo que definió trabajar en indumentaria femenina.
El público consumidor, indicó, “es muy exigente en cuanto a calidad y cuida mucho su imagen”. Una de las inquietudes que planteó la empresa fue que, si bien su público objetivo son mujeres de 30 a 70 años, la ropa era “como para señoras de 50 para arriba”. Así que el objetivo de Fontana fue “cambiar la comunicación de imagen y crear un estilismo que permita atraer mujeres más jóvenes”.
Fue así que creó su colección Marina, inspirada en el mar, en obras del artista Fito Sayago y en el trabajo del fotógrafo Santiago Dugonjic.
María Eugenia Mayans, para Madison
La marca Madison, explicó María Eugenia Mayans, se dedica a la importación de prendas principalmente desde la ciudad de New York. Las dueñas de la marca tienen un perfil empresarial, por lo que no había un criterio definido en cuanto a la selección de prendas: “importaban colecciones aleatorias según su gusto”.
Mayans indicó que, ante el inicio de cada temporada, la marca realiza un evento de lanzamiento. “Lo que pude observar allí fue que no había prendas adecuadas para el público al que se dirigen —mujeres de entre 30 y 40 años—, eran prendas que podía usar cualquier otro público”.
La estudiante, entonces, trabajó dirigiéndose al público de Madison e inspirándose en las tendencias actuales de la cuidad de New York, especialmente en el artista Antonio López.
Su colección, Magnum, se dirige a “mujeres fuertes, determinantes, con ganas de ir para adelante, que quieren ir más rápido, que no tienen tiempo para pensar qué van a usar pero a la vez tienen que estar bien vestidas”.