Natalie Hazan, para Savia
Natalie Hazan, estudiante de la Licenciatura en Diseño Gráfico, realizó campañas para la marca Savia, fundada por Helena Betolaza y Paula Vignolo —estudiantes avanzadas de la Licenciatura en Diseño de Modas—, que logró posicionarse muy bien y muy rápido en el mercado de indumentaria.
Hazan trabajó en gráficas para áreas: Savia adultos y Savia kids. “Para ambas me inspiré en la filosofía de la marca, basándome en sus conceptos”. Listó: “libre de crueldad, desarrollo sustentable, producto orgánico”.
Para la línea de adultos, se inspiró “en el hombre mismo, en la savia, como en un recorrido fluido, en un movimiento fluido”.
“El lujo y lo sustentable es lo que más o menos se tiene que ver en mis piezas”.
Mercedes Saiz, para La Huella
Mercedes Saiz realizó su Proyecto Integrador junto al parador La Huella, ubicado en la Playa Brava de José Ignacio.
“Mis objetivos fueron mejorar la comunicación de la empresa, mejorar las piezas gráficas que ya tenían y, a su vez, generar ciertas piezas que sirven como souvenirs para aquellos que quieran llevarse como un recuerdo”.
Para elaborar la gráfica se centró “en el punto más importante del parador”: su ubicación. “Está en el medio de la playa, rodeado del mar. Decidí dejar de lado la huella del pie, que era lo que ellos estaban usando, para darle lugar a la huella del mar, y así trabajar con las texturas, los ritmos, las variantes, los colores para poder representar mejor el espíritu del lugar”.
Mauro Castellanos, para Sneaker Freaker
Mauro Castellanos realizó diseños para el local de ropa masculina Sneaker Freaker. “Ellos básicamente lo que hacen es importar marcas de Estados Unidos, que son todas de un perfil que llaman streetwear, informal, urbano, muy vinculado a lo que es la práctica del skate”, señaló.
“Como ellos tienen una especie de taller de serigrafía, donde hacen otro tipo de indumentaria, la idea fue generar una submarca interna donde pudieran empezar a producir una línea de productos de venta exclusiva”.
Moshi moshi, para Agustín Mañana
“Quise elegir algo que me gustara”, contó el estudiante sobre la decisión de trabajar con Moshi Moshi, un restorán de cocina japonesa ubicado en Pocitos. “Me incliné por lo oriental, lo asiático, lo japonés. Es una cocina de casa, no es algo muy ostentoso”.
El diseñador trabajó en toda la identidad visual del lugar y contó que hoy en día Moshi Moshi está actualizándose y él se está encargando de las piezas gráficas.