El desfile se hizo en el Piso 21, bajo la temática del ritmo del tiempo, luego de haber trabajado durante el séptimo semestre de la Licenciatura en Diseño de Modas.
“La temática fue pensada en el sentido de que nunca da tiempo para nada, que vivimos corriendo y cómo el tiempo nos afecta”, dijo la Prof. Magdalena Vilaró, una de las docentes que dicta el curso y quien ayudó en el armado de las colecciones.
De esta colección nacieron cinco subcolecciones: Morfogénesis, Astro, Inevitable, Antagónico y Cristal. Todas ellas hicieron uso del rojo, protagonista clave de la noche, que se reflejó en el maquillaje de las modelos y en muchas de sus prendas más notables.
Para el evento fueron invitadas 200 personas, entre las cuales se encontraban influencers, diseñadores de moda, estudiantes y graduados de la licenciatura, funcionarios de la Facultad de Diseño, y amigos y familiares de las estudiantes.
Los invitados fueron recibidos con una ambientación underground y minimalista, y con una pasarela que recorría la planta mediante caminos en zigzag y en círculos, rehuyendo de la tradicional pasarela lineal donde las modelos frenan y posan. Los asientos, de cajones de botellas, formaban pequeñas islas que bordeaban el camino de la pasarela.
El desfile fue musicalizado por el DJ Joaquín Gamborena, quien pasó una base de electrónica, con sonidos que variaban y representaban a cada colección, tales como los de instrumentos quirúrgicos, interestelares, violines, de fotografías, vidrios rompiéndose y latidos de corazón.
El evento contó con la participación de las docentes Magdalena Vilaró y Ana Darracq, quienes estaban a cargo de la materia, y de la coordinación académica de la carrera, D. Ind. TyM Mariana Muzi. A su vez, brindaron su aporte el estilista brasileño y profesor visitante de ORT, Lucius Vilar, y la docente brasileña Carol García.
Morfogénesis
Por: Valentina Acuña, Guillermina Bauzán, Sofía González y Victoria Isi.
La primera colección en pisar la pasarela fue Morfogénesis, cuya colección consistió en representar, a través de sus colores y materiales, el deseo de frenar el tiempo para mantener la juventud mediante cirugías plásticas u otros tratamientos estéticos.
Según explica un trabajo escrito de las estudiantes para la materia, la “mano del hombre se extiende a su propio cuerpo, con su propio cuerpo, con procedimientos que transforman facciones, amplían labios y esculpen figuras conforme a ideales cambiantes”. Estos ideales, a su vez, son impuestos por el mercado.
Los colores que dominaron la colección fueron los beige claros, que representaron el color de la piel, junto a los violetas, rojos y marrones, que simbolizaban los moretones, producto de las intervenciones quirúrgicas para alcanzar ese ideal de belleza. Los elementos estilísticos que caracterizaron a la colección fueron las transparencias y el látex.
Astro
Por: María Victoria Barceló, María Eugenia Castillo, Valentina Levy y Lucía Mier.
La segunda colección en modelar por la pasarela reflejó al tiempo desde un sentido astrológico.
“Se trabajó esta necesidad de querer saber qué es lo que va a pasar desde lo astrológico, desde lo que está pasando a nivel cosmos, y cómo nos afecta”, explicó Vilaró sobre la colección.
Las estudiantes emplearon una paleta tricromática con una predominancia de colores fríos, como el azul y el gris, junto al amarillo como color cálido. También usaron detalles dorados y plateados para dar un “acabado más luminoso”, según un trabajo redactado por las estudiantes. Todos estos colores representaron los astros y el universo.
Inevitable
Por: Tatiana Bacci, Costanza Di Perna, Carla Dorrego y Melissa Martínez.
Esta colección tuvo el diferencial de incluir modelos adultas para poner sobre la mesa el tema del edadismo o la discriminación por edad. En específico, las estudiantes quisieron reflejar la lucha de la mujer adulta por aceptar su edad y vestirse como quiere por miedo al qué dirán de la sociedad.
“Trabajó el tiempo hacia la mujer adulta, que supuestamente por la edad que tiene ya no se debería vestir de determinada manera, o no debería hacer actividades porque ya no tiene la edad como para hacerlo”, dijo Vilaró. En ese sentido, agregó: “El concepto de edadismo de estructurar en este caso a la mujer, en un tipo de conciencia social que asignan a esa edad”.
A esta problemática, las estudiantes de Inevitable se preguntaron en su trabajo escrito: “¿Por qué (la mujer) anhela un pasado extinto y le teme a un futuro vivo? ¿Por qué dejarse empequeñecer, si envejecer es un alivio? ¿Qué tan real es la frase 'sos vieja para eso'? ¿Y si todas las ataduras que tenemos en nuestra cabeza son solo ilusiones?”.
Los colores usados fueron variados: negro, marrón, azul, rojo, amarillo, cian, rosado y tonos blancos, para ser representados en degradé, plasmando la liberación “gradual” desde la “represión más oscura” hasta la “alegre expresión más expresiva”, en la cual la mujer acepta su edad.
En esta colección, además, se recurrió al uso de sastrería reversionada y apliques clásicos modernos.
Antagónico
Por: Maru Berro, Sol Corsino, Victoria Giménez, Valentina González y Julieta Machado.
El tema de Antagónico fue el tiempo retratado en las fotos, según resumen las diseñadoras en un trabajo escrito. Por un lado, están las fotos analógicas “guardadas en un estante”, que se pueden “tocar” y que “transportan a recuerdos pasados”. Por otro, están las fotos digitales, que son “infinitas” y que están “perdidas en las nubes”.
Este antagonismo también se encuentra en la paleta de colores de las prendas de la colección: mientras que lo analógico se reflejó en los tonos beige, marrones y sepia, lo digital se manifestó en colores más brillantes, como el rojo y el plateado.
Esta colección también se caracterizó por la mezcla entre materiales naturales y sintéticos.
Cristal
Por: Sabrina Hernández, Maite Pallas, Emilia Macri y Gala Vila.
Como última colección de la noche estuvo Cristal, conjunto de vestimentas que hizo alusión a la tan criticada generación de cristal, misma generación a la que pertenecen las estudiantes.
“Una generación que fue muy guardada, de que no sufran, a veces carentes de herramientas para afrontar las dificultades de la vida”, explicó Vilaró.
Los colores que más se destacaron de la colección fueron el rojo, el azul y el gris oscuro, mientras que los elementos característicos fueron los triángulos entrelazados y los elementos puntiagudos.
Este evento fue una oportunidad de que las estudiantes trabajaran un tema a través de cinco colecciones, cinco aspectos distintos del mismo. Esto implicó tener en cuenta el diseño, las telas o los colores de las prendas, pero también fue pensar en la ambientación del lugar, en la música, en el formato de la pasarela y el maquillaje.