Este proyecto fue desarrollado por Victoria Salum, estudiante del Centro Universitário Belas Artes de São Paulo (Brasil), en intercambio con la Licenciatura en Diseño de Modas de la Universidad ORT Uruguay, donde cursó Proyecto Integrador | Recreación19.
Victoria Salum es brasileña y en diciembre se graduó en Diseño de Modas en Centro Universitário Belas Artes.
Conoció Montevideo en 2017, cuando viajó junto a su grupo a realizar un taller de diseño textil en ORT. “Me encantó Uruguay, no conocía”, cuenta. “Soy de San Pablo. Hablo español pero no tenía idea cómo era el acento acá. El primer día no entendía nada”, recuerda entre risas.
Luego de la graduación, los alumnos de Belas Artes tienen un año para realizar el proyecto final: durante el primer semestre se hace una pesquisa y en el segundo, que Salum cursó en Uruguay, se lleva adelante.
Aunque tenía claro que en su universidad no hay programas de intercambio estudiantil, de todos modos solicitó poder cursar esa última instancia en ORT. Belas Artes aceptó: adaptaron las necesidades de la carrera al intercambio y Salum cursó Proyecto Integrador.
Su interés era claro: el proceso al que se somete la lana, la sostenibilidad volcada a ese proceso, su preocupación sobre el bienestar animal, conocer a las personas involucradas. “Lo que más me llamó la atención fue la sostenibilidad. Al ser un país tan chico y tener una calidad muy buena, tienen unas de las mejores lanas”.
Hacer un video era la manera de aprender y compartir el conocimiento. Era una forma de mostrar, capaz que hasta lograr un interés en las personas para que conocieran más sobre Uruguay. Es un país vecino pero yo no conocía nada. Fui buscando y conociendo; ahora me encanta, quiero vivir acá.
En Brasil, Salum cursó un taller intensivo de audiovisual, pero de todos modos precisó apoyo. La coordinadora académica de Diseño de Modas, Mariana Muzi, la contactó con dos estudiantes de Comunicación: Nicolás Silva y Pablo Mendoza. “Le mandé un mail y me contestaron en seguida, ‘sí, vamos a hacerlo’, nos reunimos, hablamos, les conté mi idea y mis referencias, para ellos fue interesante porque tampoco conocían los procesos”, relató. “El padre de Nicolás es zapatero, entonces también le resultó interesante esto del proceso artesanal que no es tan reconocido, que es sustituido por empresas industriales”.
Tierra adentro
Con la intención de conocer a Ludmila Maddalena—artista textil argentina— fueron hasta Sierras de Rocha. “Ella enseña, hace talleres sobre cómo hacer tintes naturales, ecoprint, fieltro. Es de Buenos Aires, vino acá para vivir en el campo, en esa tranquilidad”.
También rodaron en el campo de Canelones y en Manos del Uruguay, donde Maribel Méndez contó cómo trabajan con las tejedoras del interior del país.
Mi objetivo era grabar cómo son hechos los procesos, la parte más técnica. Con el tiempo, conociendo a la gente, me encantó la historia por detrás de todo, las personas, la mayoría mujeres del campo, que siguen allá, que el proceso fue una oportunidad para que trabajaran sin tener que salir de su ciudad. Y fue la historia, el empoderamiento, ofrecer independencia financiera, intelectual, oportunidades para aprender y para trabajar. Sobre los procesos también aprendí mucho, sobre la parte más poética, estar en contacto con sus ancestros, con la naturaleza, la preocupación por los tintes naturales; no buscan algo que no está a su alrededor, que no está en abundancia. Lo que me encantó fueron las historias, los cuidados, la preocupación de las personas, eso fue tan interesante que yo cambié mi objetivo, que antes era más sobre la parte técnica, por mostrar las oportunidades de las mujeres.
Salum remarcó que su intención es dar a conocer el filme para mostrar otra forma de producir: “Esa parte más poética que, creo, falta mucho en Brasil”.
“Compramos prendas por las que pagamos poco y no duran nada. No tenemos por qué seguir comprando, descartando y volviendo a comprar”, sostuvo. “Tenemos muchas fábricas, muchas producciones no son sostenibles; creo que es bonito mostrar esto, puede ser una inspiración”.
La relación entre los productores y el producto deja ver “mucho más amor”, señaló.
No piensan en los productos para ganar plata, hay toda una historia detrás, un cuidado, al esquilar las ovejas hay amor. Cuando hablan de sus productos es como que le brillan los ojos, tienen cariño, es un producto único. Al usar tintes naturales, ecoprint, es una cosa única, no va a ser igual, el siguiente va a ser diferente. Y tienen mucho cuidado con eso, como un cariño para vender.