Carolina Curbelo —diseñadora gráfica, docente de ORT y responsable del blog Mirá Mamá— estaba en México cuando se encontró con su colega y amigo Dani Scharf. Juntos fueron al Centro Cultural de España a visitar la muestra Vivan las mujeres.
“La exposición se desarrollaba tomando gran parte del edificio, las paredes explotaban de color con más de 50 afiches creados por ilustradoras, artistas y diseñadoras de toda Iberoamérica. Inmediatamente, reconocí algunas estrellas de la ilustración mundial… y luego me dediqué a sorprenderme descubriendo otras obras y apuntando nombres para buscarlos luego en la red”, cuenta Curbelo en su blog. “Nos reencontramos con Dani y nos asaltó la pregunta: ‘¿viste alguna uruguaya?’. No… no vimos, y entonces volvimos a repasar la muestra ahora como dos sabuesos buscando alguna pista que huela a patria, pero no”.
Ese fue el puntapié para que Carolina Curbelo se pusiera en contacto con Abril Castillo y Clarisa Moura —integrantes de Vértigo Galería y curadoras de la muestra— para saber si era posible sumar ilustradoras uruguayas a la muestra.
“La respuesta no tardó en llegar y fue rotundamente positiva: ‘Claro que sí, ¡bienvenidas!’”.
50 + 10
Casi espontáneamente, Curbelo se convirtió en el puente para sumar ilustradoras uruguayas a la campaña Vivan las mujeres, que supone una exigencia de Amnistía Internacional para frenar la manifestación más extrema de la violencia contra las mujeres: los asesinatos por razones de género.
El proyecto se presentó al área de Artes Visuales de la Dirección Nacional de Cultura del Ministerio y la curadora comenzó a reunir las 10 voces uruguayas que se sumarían a la exposición, que en su versión original contaba con 50 afiches.
“Se buscaron perfiles de ilustradoras que tengan obras vinculadas al tema o que, por su trayectoria, pudieran enfrentar el desafío de abordar esta consigna, puntualizó Curbelo. “A mí me interesaba abrir el proyecto para que más artistas pudieran participar”.
“A todas se les invitó a realizar una pieza que tomara como detonante la violencia de género, recalcando que lo más importante para el proyecto es que cada participante abordara el tema desde una perspectiva personal: testimonial, poética, conceptual, con el objetivo de que, tanto las imágenes como los textos, sean puentes de experiencias que lleguen a toda la sociedad”, continuó. “Algunas de las obras resultantes están basadas en vivencias personales, historias conocidas, casos concretos. Creo que podemos identificar una mirada desde la empatía, desde la experiencia de ser mujer y de entender de primera mano lo que se siente ser parte de esta sociedad que a veces no nos quiere o no nos tiene muy en cuenta. Algo positivo a destacar es que, si bien hay muchas historias de violencia vivida en primera persona, también se puede ver mucha esperanza, fuerza para seguir, una convicción de que esta realidad puede cambiar”.
Las obras pertenecen a Lucía Franco, Lucía Estévez, Cathy Burghi, María Noel Silvera, Florencia Durán, Lucía Picerno, Daniela Beracochea, Michelle Marlechauffe, Sabrina Pérez y Claudia Prezioso.
En las industrias creativas las mujeres están avanzando, opinó Curbelo: “Todo el sector de la ilustración se está profesionalizando y las mujeres también”. “Uruguay no es diferente al resto en ese sentido, lo importante es seguir insistiendo para que las oportunidades de trabajo lleguen porque se busca determinada calidad o un estilo, independientemente si el que lo realiza es hombre o mujer. Creo que comparada con otras profesiones es un ámbito donde no deberían existir demasiados muros para que las mujeres logremos ser parte activa de esta industria y trabajemos a la par”.
La exposición Vivan las mujeres se puede ver en la Dirección Nacional de Cultura del MEC (San José 1116 esquina Paraguay) hasta el viernes 13 de abril, de 10 a 19 horas.
Afiches
Malrechauffe, quien cursó la Licenciatura en Diseño Gráfico en ORT, ilustró en su afiche la liberación de una bailarina de su cajita de música.
Hizo las primeras búsquedas y bocetos en papel, pero el resultado final fue completamente digital. En cuanto a los colores, utilizó un color oscuro y frío, el azul, para mostrar el entorno del personaje y un color más cálido y claro para la escena de liberación.
"Si bien la temática de la muestra es un tanto angustiante, con el nombre Vivan las Mujeres, enseguida me imaginé que el afiche debía ilustrar algo que celebrara la vida de la mujer y su fuerza, algo positivo y esperanzador. Me gustó la imagen de la cajita de música porque puede simbolizar muchas cosas. Por un lado, está cargada de estereotipos a los que las mujeres nos vemos sometidas desde la infancia, como por ejemplo la delicadeza, la fragilidad, ser coquetas o hacer 'actividades femeninas' como el ballet. Y por otro, está la idea de esclavitud y dependencia a la que la bailarina se enfrenta al tener que girar en círculos, atada a esa caja de la cual no puede escapar. Esta bailarina nos representa a todas, que de una forma u otra, crecimos siguiendo ideales y modelos que nos predeterminaron y quitaron libertad. Este afiche es un llamado a la acción. A romper con las ataduras, animarse a saltar y hacerse valer", expresó.
Franco, diseñadora gráfica egresada de ORT e ilustradora, realizó una composición de niñas/mujeres y distintos elementos orgánicos con lápiz de color sobre papel blanco. Eligió los colores azul, rojo y magenta e incorporé digitalmente siluetas color rosa.
Ilustró un grupo de mujeres, que sueñan y esperan un mundo mejor, mujeres conectadas con su origen, su esencia, donde aparecen elementos simbólicos como los pájaros, "que son débiles y poderosos porque son los únicos que pueden volar y ser libres". Aparecen gotas rojas, la sangre "como flujo de vida y de muerte, y como elemento central un lobo dormido, esa fiera que ataca y puede matar a su presa".
"Para mí participar de esta exposición es una experiencia muy rica, compartir nuestro arte con tantas colegas iberoamericanas, es nuestro pequeño aporte para que la sociedad tome conciencia, porque es necesario un cambio de paradigma ya, para poder construir una sociedad mejor, no desde el odio sino desde el amor y la igualdad. Hombres y mujeres somos víctimas del sistema", manifestó.
Picerno, quien también estudió Diseño en ORT, ilustró a una mujer llorando. "En las lágrimas se pueden ver frases y palabras que a veces gritan los hombres por la calle. Para ser fiel a la realidad y un poco a modo de catarsis, utilicé frases que me han gritado y le pregunté a amigas y conocidas qué les habían gritado. Esas lágrimas corren por su cara y su cuerpo y a su vez se convierten en el alimento para plantas y flores que crecen a su alrededor", indicó.
"Es mi forma de abrazar a todas las mujeres que han pasado por situaciones de violencia. No podemos cambiar el pasado, pero podemos construir sobre lo que quede y lograr cambios", agregó.
