Según reseñó el sitio LatinSpots, centró su mensaje en el lugar central que ocupa el rol del diseñador y cuáles son los desafíos que se vienen: ¿qué rol va a tener el diseñador?, ¿y el artista?, ¿qué va a pasar con la publicidad?
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“En los 90, se hacía trabajo en frío. Calcábamos la tipografía y pedíamos la fotocomposición. Teníamos que hacer la división de las letras a mano. Era igual que lo que se muestra en la serie Mad Men”, recordó. Fue una experiencia muy interesante a nivel de diseño porque, según confesó, aprendió a hacer de todo. Pero el ecosistema se modificó abruptamente con la aparición de la computadora.
Continuando con la línea de tiempo, el diseñador uruguayo exhibió: “Después apareció internet, primero como una tecnología bélica del Pentágono en la guerra fría. (...) Luego vino el smartphone en 2007, que permitió interactuar con apps cerradas y realizar cosas que hasta el momento no se podían hacer. Es un dispositivo ubicuo, está en todos lados, todo el tiempo”.
A medida que avanzaba su presentación, no tardaron en surgir conceptos como "Big Data", "Web 3.0", "Internet de las Cosas" y "Comunicación algorítmica". Y, frente a esto, planeó una pregunta que preocupa a más de uno: ¿estamos en presencia del fin de la publicidad? La respuesta que dio Barros fue negativa. No se va a morir la industria. Pero sí se va a modificar y, para eso, es necesario adaptarse. Estar preparados.
Replicó un concepto del filósofo francés Eric Sadin: “El libre albedrío se desploma a causa de la inteligencia artificial”. En otras palabras, cada vez vamos a ser menos libres de elegir y vamos a estar más atados por los algoritmos. “Y así la publicidad no va a ser necesaria: el algoritmo te va a decir qué es lo que tenés que consumir y qué es lo mejor para vos”, amplió Barros.
Pero acá es cuando entra en juego el diseño. “Es totalizador. Se aplica a la política, la economía, la informática, el negocio. Todo se diseña. El rol del diseñador es central. Es el más importante. Tenemos la posibilidad de hacer todo. Pero hay que sacarse la idea del encasillamiento. Y esto va por fuera de lo simplemente gráfico o web”.
El nuevo paradigma pasa, entonces, por el diseño colaborativo. “El trabajo tiene que ser multidisciplinario, o no será. Se tiene que hacer en red y por proyectos, o no se hará. Tiene ser en forma asincrónica y a distancia. Con poca distinción entre los proyectos que son artísticos y los que son comerciales”, finalizó Barros.