Camila Rodríguez, graduada de la Licenciatura en Diseño, Arte y Tecnología de la Universidad ORT Uruguay, utiliza una interfaz cerebro-computadora y la inteligencia artificial para convertir sus ondas cerebrales en arte generativo.
Una fusión de emociones y tecnología
Este proyecto es una combinación única de emociones e inteligencia artificial, integrada con arte, tecnología, neurociencia y diseño. La iniciativa busca demostrar que la inteligencia artificial es una herramienta poderosa para ampliar las capacidades humanas, similar a cómo el microscopio amplió nuestra visión del mundo microscópico.
“Yo quería trabajar con inteligencia artificial para poder decir que es una herramienta a la que no hay que tenerle miedo, sino que nos da la posibilidad de aumentar las capacidades tradicionales humanas”, comentó Camila a Telemundo.
La fusión de estas disciplinas permite a los espectadores experimentar un nuevo tipo de arte, uno que literalmente nace del pensamiento y las emociones del artista. Este enfoque innovador abre nuevas puertas para la expresión artística y muestra cómo la tecnología puede ser utilizada para enriquecer nuestra comprensión de las emociones humanas.
El proceso creativo
Para crear esta innovadora experiencia, Camila utiliza un electroencefalograma portátil que registra su actividad cerebral y la traduce en sonidos e imágenes.
“Nos permite de forma no invasiva escanear nuestras ondas cerebrales y, con la ayuda de la inteligencia artificial, como artista digital puedo darle una forma tangible a estas emociones que sentimos”, explicó Camila en una entrevista con Telemundo.
El proceso creativo comienza con la colocación del electroencefalograma, que detecta las ondas cerebrales a través de unos electrodos. Estos datos se envían a un software especializado que convierte la actividad cerebral en imágenes y sonidos.
Camila ha dedicado mucho tiempo a entrenar el algoritmo para que pueda interpretar sus pensamientos de manera precisa, permitiéndole controlar la performance artística con su mente.
La tecnología detrás del proyecto
El proceso consiste en generar actividad eléctrica cerebral que es medida y almacenada en un dispositivo. Estos datos son enviados a un software que Camila utiliza para entrenar un algoritmo que responde a sus ondas cerebrales.
“Cuando pienso en derecha e izquierda, las figuras y sonidos se mueven y cambian conforme a la indicación de mi pensamiento”, detalló en Telenoche.
El dispositivo, que es un electroencefalograma portátil, tiene la capacidad de detectar la actividad cerebral a través de cinco canales. Esta información es transmitida vía Bluetooth a un software en la computadora, que interpreta los datos y los convierte en estados cognitivos como relajación, excitación, atención o interés.
La inteligencia artificial adaptativa permite que el sistema se ajuste específicamente a las ondas cerebrales de Camila, creando una experiencia única y personalizada.
Una visión optimista de la tecnología
Camila también destaca la importancia de la tecnología en el arte.
“La tecnología es una herramienta, no hay que temerle. Usada de forma responsable y con formación adecuada, puede tener un uso muy útil”, comentó en Telenoche.
Esta visión optimista de la tecnología refleja una tendencia creciente en el mundo del arte digital, donde los artistas están explorando nuevas formas de integración tecnológica para expandir los límites de la creatividad.
Camila ve la inteligencia artificial no solo como una herramienta técnica, sino como un medio para explorar y expresar la complejidad de las emociones humanas de una manera nunca antes vista.
De la tesis a la realidad
El proyecto surgió como parte de su tesis de grado en la Universidad ORT Uruguay, demostrando el impacto positivo de la integración de la tecnología en el arte y abriendo nuevas posibilidades para futuras exploraciones en el campo del arte digital y la neurociencia.
“Busco explorar las emociones en esta era digital y también pienso en la tecnología como una herramienta que nos ayuda a aumentar nuestras capacidades humanas tradicionales y poder hacer visible lo que no se ve a simple vista”, señaló Camila.
El éxito de este proyecto no solo destaca la creatividad y la innovación de Camila, sino también la calidad educativa y el apoyo a la investigación que brinda ORT.
A través de su enfoque en la tecnología y el diseño, esta universidad está preparando a sus estudiantes para liderar en campos emergentes y hacer contribuciones significativas en diversas disciplinas.