“Creatividad tenemos todos. Los seres humanos somos seres creativos, no solo los diseñadores. Todas las personas de distintas disciplinas son creativas”, dijo Daniela Golby, Licenciada en Diseño Gráfico por la Universidad ORT Uruguay y Master en Design Strategy por Parsons The New School for Design, en Nueva York.
En cuanto a algunas marcas que implementan esta metodología, Golby destacó: IBM, General Electric, Philips. También contó su propia experiencia al trabajar con design thinking a través de One Billion Voices. Este proyecto, presentado en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York en 2016 y 2017, tuvo el objetivo de empoderar a las personas con discapacidad. "Necesitábamos que generara impacto, despertara sorpresa y lograra la inspiración", afirmó.
La empatía, combinada con la observación, permite entender lo que las personas desean y es útil a la hora de “crear algo nuevo”. Estos conceptos, vinculados con el design thinking, son los que Golby resaltó el lunes 27 de noviembre de 2017, al dar la conferencia "Design thinking: Transformemos ideas" en la Escuela de Diseño de la Universidad ORT Uruguay.
¿En qué consiste el design thinking?
Es un proceso creativo que sirve para resolver problemas complejos. Ayuda a generar ideas completamente nuevas, que pueden cambiar un sistema y romper con el status quo.
Se divide en cinco etapas: la primera es la de empatizar; la segunda, definir; la tercera, idear; la cuarta, prototipar; la quinta, testear. Es un proceso iterativo. Es decir, en algunos casos hay que volver atrás y replantear la idea o hacer ajustes. Esto puede suceder en cualquier fase del proceso.
Lo que enriquece el trabajo es la diversidad de las personas en el equipo. Lo ideal es que en el design thinking se trabaje en un grupo donde haya una diversidad, ya sea cultural o a nivel de que los integrantes se desarrollen en disciplinas distintas.
La colaboración permite construir ideas nuevas. A nivel individual no tendríamos el mismo resultado. Juntos logramos algo que nunca hubiéramos podido hacer si no lo hubiésemos hecho en un equipo.
El proceso de design thinking es muy versátil. Se puede aplicar en los negocios, en lo social, en los problemas medioambientales.
¿Cómo puede aplicarse en el ámbito del diseño?
Como es tan versátil, de repente se podrían hacer talleres para los diseñadores e implementar en las agencias. Podría ayudar para mejorar la comunicación entre distintas agencias o disciplinas. Creo que los diseñadores necesitamos aprender a trabajar más en equipo porque tendemos a ser muy individualistas.
De todos modos, no hay que ser un diseñador para implementar el design thinking. Simplemente se trata de aprender a pensar como un diseñador.
¿Cómo y por qué es importante considerar este tipo de pensamiento en las carreras universitarias?
Me parece importante que los jóvenes sepan las posibilidades de lo que está pasando afuera, lo que se está desarrollando y planteando en el exterior. Pueden pensar cómo implementarlo acá. Semilla por semilla vamos construyendo algo que de repente puede hacer un cambio importante, que necesitamos con urgencia en lo social.
A nivel mundial, ¿qué ejemplo de design thinking pondrías como referencia?
Me encanta la propuesta del inventor Elon Musk. Me parece un visionario. A través del proyecto Hyperloop que ideó, las personas podrían llegar a distancias largas en un tiempo muy corto, mucho menor al que requiere hoy en día.
Creo que eso es súper interesante, va a revolucionar nuestra manera de transportarnos en el día a día. De repente aquellos lugares a los que lleva una hora llegar llevaría unos minutos. Va a cambiar totalmente nuestras rutinas y va a generar un impacto también a nivel de medioambiente.
¿En Uruguay en qué casos se aplica el design thinking?
En Uruguay es bastante nuevo. Hay empresas que están intentando instruirse en lo que es el design thinking, hacen cursos para entenderlo y poder implementarlo. Hay consultoras e incubadoras que lo impulsan, dan conferencias para acercar al público la información y aceitar lo que es.
Todo eso está generando un movimiento de información para los emprendedores, para los alumnos, para los empresarios y eso me parece muy rico e importante. Uruguay tiene un potencial tremendo para crecer y para desarrollarse. Solo hay que buscar en qué sectores se puede empezar a hacer eso.
