¿Cómo fue el nivel de los trabajos presentados?
Diverso. Desde tipografías prácticamente prontas para su publicación y comercialización hasta proyectos que requieren todavía bastante trabajo para llegar a un nivel de distribución.
Lo importante es que en todos los niveles se vislumbra un interés por la tipografía y por vincularse a su producción.
El premio tiene como objetivo colaborar con el crecimiento de la tipografía desde la generación de una motivación más.
Atentos a ello fue que estaban previstas distintas categorías de participación —cosa que no siempre pasa— de acuerdo a los niveles de desarrollo que suponíamos, cosa que se cumplió.
¿Es posible identificar distintas tendencias de diseño según el lugar de donde provinieron las propuestas?
No es posible identificar tendencias estéticas de acuerdo al lugar geográfico.
Lo que sí ocurre con frecuencia es que las propuestas más elaboradas provienen de aquellas ciudades en donde hay posgrados en tipografía. Tal es el caso de Buenos Aires y Santiago.
En general esta es una de las preguntas más frecuentes en las instancias de intercambio académico: la percepción de la matriz geográfico-cultural respecto de la procedencia de la tipografía.
Si bien hay un marco conceptual general a nivel de región latinoamericana, no se han establecido lineamientos nacionales.
Lo que si existe en el mundo profesional es cierta tendencia a recorrer determinados caminos que permitirían identificar con un buen grado de acierto la autoría de algunas tipografías a nivel individual.
¿Qué opinión le merece los trabajos presentados por diseñadores uruguayos?
Estamos muy contentos con las propuestas de diseñadores uruguayos pues vemos que hay muy buen material para trabajar de aquí en adelante.
En algunos casos, además, estos desarrollos promisorios corresponden a estudiantes, es decir, a gente que recién se está vinculando al mundo del diseño y que, por lo tanto, tiene mucho futuro para desarrollarse.
Con este premio —y con las sucesivas ediciones— esperamos colaborar en la profundización del proceso de desarrollo de la tipografía nacional.
Seguramente el próximo año la participación será mejor, en parte porque podremos adecuar mejor las normativas del premio a las necesidades locales.
Como muestra de esto, cabe reflexionar que en este 2014 pudimos finalmente llevarlo a cabo, que era una idea que hace unos cinco años que nos rondaba en la cabeza.
¿Cuáles fueron los aspectos más destacables de los tres ganadores y las tres menciones elegidas?
Sin dudas las tipografías seleccionadas demuestran un nivel profesional.
En el caso de "Jauría", del chileno Pablo Marchant (ganador del primer premio), lo llamativo es la amplitud del set de caracteres, que permite una amplia cobertura idiomática sumado a un dibujo muy agresivo, neto, tajante, que si bien otorga una fuerte personalidad a la letra no interfiere, sin embargo, en la lectura de la palabra.
Este último aspecto es uno de los más buscados por los tipógrafos en general. Además, integra a su propuesta un postulado político que termina redondeando un muy buen proyecto gráfico.
Por añadidura, se trata de una tipografía que TipoType comenzará a distribuir en los próximos días de forma gratuita.
¿Cuál fue su rol en el desarrollo de este premio?
TipoType es el responsable del premio, desde la concepción hasta la ejecución.
Más allá de los aspectos comerciales que cualquier empresa debe tener para funcionar, siempre hemos estado vinculados a la docencia y a la colaboración para mejorar la situación de nuestra disciplina. Creemos que el premio conjuga ambos aspectos.
TipoType está integrada por tres socios, de los que uno de ellos (Martín Sommaruga) ofició como jurado local (junto con Manuel Corradine, de Colombia, y Laura Serra, de Alemania).
Fernando Díaz estuvo encargado de la organización del proceso de jura y yo me encargué del proceso de inscripción y atención a los postulantes.
Lo importante es que ahora el premio sigue y estamos desarrollando diferentes instancias de apoyo a los participantes (seleccionados y no seleccionados) para que puedan continuar con su proceso de diseño tipográfico y puedan llegar a publicarlo para darlo a conocer y distribuirlo de la mejor manera posible.
¿Cuán importante fue el apoyo de la Universidad ORT Uruguay para llevarlo a cabo?
El apoyo de la universidad fue significativo desde varios puntos de vista.
Desde el punto de vista práctico, la asociación con la Facultad de Diseño nos proporcionó apoyo para hacer que el concurso resultara más atractivo en cuanto a los premios.
Más significativo e importante es el soporte que implica a nivel nacional e internacional salir junto al logo de ORT, lo que sin duda nos da un respaldo a nivel académico y nos permite sumarnos a la imagen de seriedad y compromiso con el desarrollo de la cultura del conocimiento.
Pero incluso más alentadora es la idea de que esta sociedad siga en el tiempo, en las próximas ediciones del premio, en donde seguramente se verán más y mejores frutos de este trabajo.
*La fuente del proyecto ganador se puede descargar gratuitamente.