Diseño Gráfico
Con una marcada presencia de las empresas vinculadas a la gastronomía, los estudiantes de diseño gráfico presentaron sus proyectos integradores: para una empresa que se dedica a la indumentaria de los skaters, para restaurantes, para empresas que se dedican a la miel o para el reconocido El Palacio del Café.
Era necesario unificar la identidad de Walrus, el restaurante que desde su nombre le rinde homenaje a The Beatles, a criterio de Ignacio Ramos. Bajo los conceptos de calidad, experiencia, sorpresa, gourmet, vanguardista, elegante, el alumno entendió que se debían realizar diferentes comunicaciones de acuerdo al público objetivo: por ejemplo, crear piezas para los diferentes momentos del día en que funciona el local, Mediodía, Delivery, Té, Noche.
Como estrategia de comunicación, se optó por la realización de una gráfica simple, elegante y contrastante. Predomina el negro con destaque en los colores seleccionados para la nueva paleta de colores. Y a su vez, toma importancia la presencia de The Beatles.
En Wasabi sushi and wok, Valentín Bonilla entendió que el take away es muy importante porque la experiencia se da, principalmente, en la casa, por lo que cobra vital importancia el diseño del packaging.
María Sofía Chappuis viajó a Paysandú para conocer la apícola Vergnes y poder diseñar sobre los productos de La Oriental. “Si tiene que ser dulce, mejor que sea con miel” fue su lema. Desarrolló papelería, afiches, empaques para frascos de miel, galletitas, muffins y caramelos de miel, pequeños empaques para la miel de hoteles y restaurants, así como un contenedor premium para regalos empresariales, además de otros productos promocionales como almanaques, recetarios, postales, libretitas y pins.
Joaquín Vergnes, dueño de la empresa, comentó que La Oriental se dedica a la exportación de miel, pero cuando las ventas hacia el exterior se estancaron, se enfocaron en el mercado interno. “Ahí es cuando aparece Sofía con toda su revolución de innovación, todo el tema de packaging que no teníamos ni idea cómo hacerlo. Ya se están utilizando esos empaques, la idea es que este año se esté usando todo y que se encuentre en el mercado interno”.
El estudiante Leandro Fernández contó que la empresa El Palacio del Café fue fundado por su bisabuelo, Don Aureo Fernández, en 1937. Las necesidades en cuanto a la gráfica se centraban en unificar la imagen de El Palacio del Café y evitar que los fieles consumidores se vean confundidos ante una renovación de imagen. “El logotipo es un aggiornamiento al logo actual; para que, de alguna manera, el cambio no genere un choque para los clientes habituales”, explicó Fernández. Además, se buscó generar empaques atractivos “que muestren el producto tal cual es: natural y de buen gusto”.
De profesión ingeniera, Magdalena Arsuaga es una apasionada del mundo del té. Realiza degustaciones y eventos para empresas y particulares. La alumna Ximena Balparda tomó dos caminos a la hora de diseñar: la marca-empresa y el te shop.
La empresaria comentó que, antes de empezar con esto, ella solo le había pedido a Ximena “que hiciera tarjetitas, sobrecitos…”. Sin embargo, al ver la propuesta completa, aseguró que “superó ampliamente las expectativas”.
Los estudiantes Ignacio Sánchez, Alejandra Laxalde y Lucía Caffa trabajaron en el diseño gráfico de Mina La Oriental. El primero se enfocó en la naturaleza, el patrimonio geológico y el patrimonio industrial; la segunda en el vestigio histórico del lugar y la importancia que se le da a la conservación de la naturaleza; mientras que la tercera hizo énfasis en lo histórico del lugar y la naturaleza y cómo influye allí la naturaleza.
La empresaria Lilian Ascorreta comentó que “la experiencia fue súper gratificante”: al comenzar les dijo que no quería influir en nada y pretendía que la sorprendieran, que quería algo nuevo. Finalmente, dijo que si estas propuestas le llegaran de una agencia, “no sabría con cuál quedarse”.
Para la marca de indumentaria de skaters Planeta Skate, Pedro Costa detectó una carencia en la comunicación de la empresa hacia su público, algo que ellos también expresaban. “Como está creciendo el skateboarding en Uruguay, es muy importante la comunicación”, consideró el alumno antes de presentar su proyecto.
En la propuesta para Sala Zitarrosa se detectó la necesidad de generar una nueva identidad para que la sala se despegue y se potencie. María Jimena Castells trabajó principalmente en el desarrollo de identidad de la sala, en la comunicación interna y la externa. “Como el público es muy diverso, se busca generar una identidad con una estética bastante universal para que se pueda aplicar en comunicaciones de diferente tipo”.
Compose es una marca de indumentaria de accesorios femeninos. La empresa le trasladó sus principales necesidades a la alumna Gianina Morassi: trabajar en una nueva identidad, hacer merchandising para fechas especiales, empaques que le agreguen valor a las prendas y los productos, y crear un sitio web con tienda online.
Juan Rodríguez trabajó en un proyecto de señalética en la rama del turismo, para las Termas del Daymán. “Todas las imágenes hermosas del lugar conviven con tres sistemas de señales, de tres décadas, básicamente, que ya han cumplido su rol y necesitan una renovación”, comentó. Su propuesta es reunir toda la información que hay en los carteles y comunicarla, utilizando una identidad que está inspirada en el agua.
Diseño Multimedia
¿Cómo puede aportar el diseño multimedia en la estética de una banda de rock indepediente? ¿Y en un restaurant que homenajea a The Beatles?
Magdalena Marán trabajó con la banda Marvin Bridge & The Haddocks para darle una identidad corporativa. Surgida en 2011, el grupo hace rock independiente con letras en inglés y con una marcada influencia de la psicodelia.
“Me basé en cuatro conceptos: la psicodelia, el cine experimental, el rocanrol y la sensualidad, así como la provocación y la rebeldía. El estilo vintage fue un factor clave, dado que están muy influenciados por los sesenta y los setenta”, comentó Marán. “El nombre de la banda parecía un obstáculo ante uno de nuestros objetivos, que era darle difusión a la banda, pero luego se volvió un pilar del proyecto: creé como personajes a Marvin Bridge & The Haddocks, con dibujos llevados a la vida real. La estética que tienen es lineal y monocromática, es la línea que sigue todo el proyecto”.
En el restaurante Walrus —que con su nombre rinde homenaje a The Beatles—, Diego Casella se propuso adaptar ciertas piezas comunicacionales que tenía la empresa a dispositivos móviles, además de crear nuevas piezas para esos dispositivos.
El objetivo fundamental es mejorar la comunicación con el cliente, especialmente con el cliente habitual que va a todos los días, para que pueda acceder a información actualizada en cualquier momento y en cualquier lugar.
Gerardo Lecueder, gerente de Walrus, comentó la propuesta de Casella. “Muchas veces dentro de nuestro trabajo no nos damos cuenta de cosas que tenemos que mejorar y, por supuesto, mucho menos sabemos cómo mejorarlas. Este es un buen trabajo: Diego observó esas cosas que queríamos mejorar pero no sabíamos cómo transmitirlo y nos llegó a ofrecer opciones que nunca se nos hubiesen ocurrido”.
Otros proyectos relevantes fueron el de Virginia Álvarez, que desarrolló una aplicación para tableta con sistema perativo Android que guía a los visitantes del Museo de Historia del Arte. O también el de Inés Areán, quien desarrolló piezas multimedia para juegos tradicionales de cartas en dispositivos móviles y en Facebook.
Diseño de Modas
Algunas alumnas diseñaron uniformes para los funcionarios del Teatro Solís, otras crearon líneas de carteras y zapatos para empresas que no habían incursionado en esos productos. Otros proyectos mostraron una posible vestimenta para los mozos de un restaurante de comida típica mexicana y para una banda de rock independiente.
Tres alumnas de Diseño de Modas trabajaron en idear nuevos uniformes para los funcionarios del Teatro Solís. Por ejemplo, María Paz Macchi explicó que su punto de partida para el proceso de diseño fue un análisis morfológico, donde determinó qué cortes, formas y siluetas favorecían más a la mayor cantidad de cuerpos. Como pautas se les indicó que debían mantener los colores bordeaux y gris. El calzado es lo único que no se incluye en el uniforme, por lo cual no fue intervenido por las estudiantes.
Para su Proyecto Integrador, Alice Otegui trabajó con la empresa de sastrería Studio Muto, donde se ofrecen varias líneas de prendas pret-a-porter. “Faltaba apuntar a un público tan exigente como es el femenino joven”, precisó, al tiempo que expuso su colección —ropa casual para esta temporada de invierno— donde se pueden ver cortes irregulares geométricos, hombros y cinturas destacadas, superposiciones de capas y variedad de largos.
Marvin Bridge & The Haddocks es una banda de rock independiente en la que confluyen una variedad de estilos y se nota una gran influencia de la psicodelia. “Los cuatro músicos tienen estilos muy marcados y muy distintos”, explicaron los estudiantes que enfocaron su Proyecto Integrador en este grupo.
La alumna Ana Garrido desarrolló vestuario para dos ocasiones: las presentaciones en vivo y la grabación del videoclip. “La primera línea, para toques en vivo, se basa en el concepto de banda independiente, por ese motivo se eligió utiliza la metodología del rediseño de prendas de segunda mano. Para la línea dos, la del video, me basé en la estética de la psicodelia, que es el género característico de la banda”.
Carolina Trujillo se desafió a sí misma a salir de su “confort”, de lo que estaba acostumbrada —prendas para la noche— y se puso como reto diseñar indumentaria para la empresa Gran Aventura, que se dedica al rubro de caza, pesca y camping. “Es radicalmente diferente a lo que vengo haciendo durante estos años de carrera”, comentó la estudiante. “La propuesta es darle la opción a Gran Aventura de desarrollar una línea de indumentaria, ya que actualmente no tiene desarrollada ninguna, lo que sí tiene son talleres con toda la maquinaria apropiada que responden a la demanda, pero no realizan ofertas ni desarrollan una línea de productos”.
Su proyecto está inspirado en una figura realizada en origami con imágenes temáticas. El producto final es unisex y cumple las condiciones de funcionalidad, de ser visible y no visible (con recursos fluorescentes y fosforescentes), transformable (reversibles, desmontables), con materiales impermeables, que resguardan el viento, con alta resistencia al estallido, a la fricción y al desgaste.
“La Lupita es el primer restaurante en Uruguay que hace verdadera comida mexicana”, aseguró Fernanda Reyes. “Más que una oferta gastronómica es una propuesta cultural. El objetivo de mi proyecto es vincular la gastronomía, que es la primera expresión cultural del hombre, con la vestimenta, que es la segunda.
Carolina Sacchi trabajó con la empresa Betty Rial Puro Cuero, que en las últimas colecciones se enfocó en un público más joven. La alumna identificó que faltaba desarrollar líneas de calzado y carteras, y allí enfocó su proyecto integrador.
A partir de la colección Verano 2013, la marca apunta a captar una clientela más joven en edad y espíritu, como también intenta rejuvecener a su actual clienta. El objetivo del proyecto integrador de Sacchi fue incursionar en la producción de calzado y generar mayor variedad de carteras y bolsos. Usó flecos, texturados y bordados, con cortes diagonales, cierres, fuelles y plegados.
Luego de observar la presentación de la alumna, la empresaria Betty Rial aseguró: “la propuesta no solo fue muy profesional sino que siempre estuvo muy acorde hacia mí, muy en sintonía”. Agregó que nunca se habían enfocado en la parte de calzados y que ahora empezaron a trabajarlo, “gracias a Carolina”.
Black & Liberty nace a comienzos de 2012 y es la evolución de su anterior marca, Penny Lane. “Además de evolucionar y transformarse en Black & Liberty, la marca lanzó una colección de jeans y está incursionando en el género masculino”, explicó Emilia Hernández. “Como la propuesta de accesorios era un poco limitada y hasta ausente en el rubro masculino, y además yo estaba realizando mi primera línea de bijou, surgió la posibilidad de realizar una colección de accesorios pequeños: es así que se genera Emilia TOY para Black & Liberty”.
Fashionbox Store es un sitio web multimarca de venta de accesorios independientes. “Este emprendimiento surgió en un contexto muy similar a este de Recreación: se desarrolló en el marco de una tesis de Administración de Empresas y fue la primera vez en la historia de la Facultad que un emprendimiento se desarrollaba a la par de la tesis. Hoy en día, Fashionbox está incubado dentro del Centro de Innovación y Emprendimientos”, contó Adriana Rohrer, que buscó que su proyecto ampliara los accesorios ofrecidos. “Su público quería productos que pudieran complementar el look, eso es lo que intenté brindarles, abarcando distintos materiales y variedad de tipologías, que van desde sobres a bolsos de viaje”.
Margot Baridon, una de las emprendedoras que hoy está al frente de la empresa, comentó que la propuesta de Adriana les pareció “una manera linda de crecer en cuanto a ampliar nuestra línea de productos”.
Nuestra tesis fue de administración de empresas y nunca fue pensada como de diseño, pero como se fueron dando las cosas nuestra marca tomó preponderancia y vimos la necesidad de ampliarla. Y Adriana logró entender perfecto nuestra necesidad: nos dio un diseño que aplica a varias edades y a diferentes estilos de vida porque nuestro target es desde chicas jóvenes que van a estudiar hasta señoras grandes. Con sus carteras, ella logró captar nuestra esencia en cuanto a la joyería y también agregar aspectos distintivos.
Diseño Industrial
Futuros diseñadores industriales presentaron sus propuestas innovadoras ante necesidades o carencias de ciertas empresas o entidades. Uno ideó un observatorio astronómico ambulante, otro creó un sistema de casilleros que se adapta a las necesidades según el usuario, mientras que una alumna trabajó en el concepto de mesas auxiliares con estilo americano.
El Observatorio Astronómico Los Molinos se ubica en el norte de Montevideo y su misión es buscar planetas y objetos cercanos a la tierra. Cuando Bruno Morello se puso en contacto para realizar su proyecto integrador, le plantearon su preocupación por “no ser muy conocidos por el público”: “querían que la astronomía llegue a más gente, más que nada el trabajo que ellos realizan”, comentó el estudiante, quien desarrolló un observatorio astronómico público que puede ubicarse en casi cualquier lugar abierto. La intención es que “la gente común pueda acceder a equipamiento de alta tecnología de observación”.
El producto cuenta con un panel de control, donde está la interfaz: “está totalmente automatizado, lo que significa que no hace falta tener conocimientos de astronomía o del equipo en sí para poder usarlo”, indicó Morello. “El proceso comienza cuando se coloca una moneda de cinco o diez pesos para una sesión de diez minutos. Este costo es, más que nada, para el mantenimiento del equipo. Al ser automático, el observatorio presenta una serie de coordenadas predeterminadas y uno debe elegir cuál quiere observar. La función del aparato es la de un telescopio o una cúpula automatizada: una vez que se seleccionada la coordenada se dirige hacia esa posición en la cúpula celeste”. El alumno comentó, además, que la calibración y el mantenimiento del aparato se puede hacer por internet, no es necesario que el técnico se traslade hasta donde está ubicado el aparato.
Martín de Angelis trabajó en un mobiliario urbano con distintos accesorios pensando en los usuarios. “Para desarrollarlo, observé las actividades que realizan los usuarios: descansar, leer, estudiar. Hay lugares, como la rambla, donde la gente que usa el mobiliario no puede usar la bicicleta, porque no tiene dónde dejarla estacionada”. MobiU tiene como principales características ser duradero, antivandalismo y adaptable, hecho en hierro y madera. En lugar de posabrazos, MobiU ofrece mesas que sirven de apoyo, ya sea para estudiar o comer, por ejemplo. Detrás del respaldo hay un bicicletero incorporado y, al costado, hay una papelera con un sistema simple que evita que se llene de agua en días de lluvia.
La empresa Bureau se dedica al rubro de las oficinas. El proyecto integrador de Manuela Berta fue pactado entre ambas partes: se planteó el desarrollo de una recepción que se pueda adaptar tanto a oficinas como al palier de un edificio.
En mi proyecto tenía que cumplir algunos requisitos: combinar materiales, romper con las formas rectas únicamente en madera y encajonadas que no permitían la visibilidad de la persona que estaba trabajando, que se adaptara a los diferentes espacios, amplios y pequeños, y complementar el puesto de trabajo con algún tipo de accesorio que ayudara a cumplir las tareas diarias de este público.
Kayu es un producto modular que ofrece dos estilos de módulos, para usar individual o combinar entre sí, creando uno o hasta tres puestos de trabajo.
Andrés Espina creó un servicio de casilleros que se reserva vía web, pensado más que nada en turistas y compradores en zonas comerciales. Diseñó habitáculos con formas redondeadas —para poder facilitar la limpieza—e independientes —para que se puedan retirar y poder reparar una parte, mientras que el resto sigue funcionando—. “La estructura es de metal, por un tema de resistencia, y los habitáculos son de fibra de vidrio, para poder combatir los agentes deteriorantes del exterior”, explicó.” El producto final es un sistema de lockers con dos tamaños donde se puede disponer de los dos módulos según las necesidades del usuario”. Según lo previsto por el estudiante, se ubicaría en terminales de pasajeros, balnearios y zonas de comercio.
Lo que le planteó Macromercado —que se dedica al comercio mayorista y al minorista al mismo tiempo— al estudiante Nicolás Noblía fue que las cajas de cobro resultan ineficientes para los usuarios, por ser lentas, y también para la empresa, ya que requieren dos personas por caja. “Me planteé generar un sistema de cobro más ágil, más eficiente, que le permita a la empresa resolver ese embudo que hay al momento de pagar: con un único funcionario, en menor tiempo y de bajo coste. Lo que se desarrolló un producto conformado por varios módulos: en uno está la parte informática y hay un lector móvil de código de barras, otro es un separador entre caja y caja, otro módulo presenta un lector fijo y el último es un depositario”.
Con el sistema ideado por Noblía se elimina cualquier tipo de interferencia entre el funcionario y el cliente: la cajera accede directamente al carro de compras y saca los productos chicos para cobrarlos mediante el lector móvil, mientras que los productos grandes quedan en el carro y son marcados por el lector fijo ubicado en el primer módulo. “Esto reduce la cantidad de movimientos y permite que una única persona se encargue de todas las tareas. Lo que se le traslada al cliente es el embolsado de los productos”.
Olika es una empresa que se dedica a restaurar y vender muebles vintage que la dueña compra personalmente. “Hay muebles en particular que son difíciles de conseguir entonces fue ahí que pusimos foco”, indicó Aída Larrosa.
Mercedes da Costa, dueña de Olika, comentó que estaba interesada en mesas auxiliares o mesas de living con un estilo americano. “Para eso investigué el estilo, cómo se combinaba la madera y el metal, y surgió el proyecto que consta de tres variantes de mesa living: Möte, haciendo referencia a que en sueco significa ‘encuentro’, a cómo conjugan o se encuentran las dos mesas”.