En un entorno digital lleno de estímulos y propuestas, la red social de origen francés BeReal encontró su lugar y no para de crecer. Con millones de descargas en los últimos meses y un crecimiento del 315 %, la app que rápidamente conquistó al mercado francés comienza a sonar fuerte entre los jóvenes de Latinoamérica.
¿De qué se trata? BeReal es una red social desarrollada en 2020 por Alexis Barreyat, que les propone a sus usuarios subir contenido fotográfico diario (dos fotos simultáneas: una frontal y otra con la cámara trasera), sin filtros ni retoques.
¿Cómo funciona BeReal?
Una vez al día, de forma aleatoria, el usuario recibe una notificación para subir contenido. Desde ese momento, la persona notificada tiene solo dos minutos para subir su contenido: una foto sin filtros con la cámara frontal y una foto con la cámara trasera, que son tomadas de forma simultánea y generan, en conjunto, una especie de collage.
Si el usuario no sube la foto en el momento, como indica la app, puede hacerlo luego. En ese caso, el contenido pasa a llamarse "late BeReal" y, en su feed quedará registrado cuánto tiempo tardó el usuario en cargar el contenido, después de haber recibido la notificación correspondiente.
A diferencia de otras redes, en BeReal, los usuarios que quieren ver el contenido de sus amigos, tienen que compartir contenido propio. De lo contrario, las fotos de sus amigos aparecerán “blureadas”. Otra particularidad de esta red social es que las interacciones, por el momento, solamente pueden hacerse de forma pública. Es decir que no se puede enviar mensajes privados a otros usuarios, como sí se puede hacer en Instagram o Twitter.
En cuanto a las interacciones más frecuentes, los usuarios pueden comentar las fotos que han subido sus amigos o reaccionar públicamente a ellas. Las reacciones también son especiales: solo se puede reaccionar a través de emojis intervenidos por cada usuario. Es decir, una foto tomada por la persona, que representa a un emoji específico.
La esencia de esta nueva red social
Romina Calcagno, docente de Facultad de Comunicación y Diseño y cofundadora de Cosmos Agencia Digital, explica que BeReal “propone un entorno menos ‘contaminado’, sin filtros y sin preparación para compartir contenido”. Esto genera un “espacio más honesto y transparente que aquellos a los que estamos acostumbrados en el mundo digital”.
En cuanto al público que atrae esta red social, Calcagno entiende que son usuarios que están en la misma línea de la propuesta de BeReal: “Es un público que busca transparencia y espontaneidad. Si bien la app ha crecido rápidamente entre los jóvenes, en poco tiempo empezó a atravesar otras edades”. Para Calcagno, el hecho de que el uso de la plataforma sea “bastante intuitivo” es importante para su expansión entre otras generaciones.
A qué responde su éxito
Son muchas las redes sociales que se crean y pocas las que prosperan, cruzan fronteras y logran ser exitosas. BeReal parece estarlo consiguiendo. Cuando consultamos a la docente Romina Calcagno sobre por qué sucede así, ella indica: “Creo que supieron ver una necesidad latente que se estaba presentando a través de discursos de referentes o de acciones en otras redes sociales, que buscaban generar interacciones más espontáneas”.
La migración de usuarios desde Instagram a TikTok es uno de los ejemplos claros de esta búsqueda de espontaneidad y transparencia por parte de los usuarios. “El contenido que funciona bien y que se viraliza en TikTok no está asociado necesariamente con ideales de belleza y tiende a ser más natural”, explica la docente.
Para Romina, hay otro comportamiento en las redes sociales que fue un indicio de que había espacio para una red social como BeReal: los centennials comenzaron a utilizar dos cuentas de Instagram: una oficial y otra en la que comparten contenido más personal. Estas últimas cuentas, denominadas finstas o fake Instagram, tenían como objetivo compartir contenido menos cuidado, sin filtros ni curaduría.
Con la aparición de la sección mejores amigos en Instagram, estas cuentas paralelas pierden un poco de sentido. Con estas señales claras surge BeReal y busca ir un poco más allá: “Esta plataforma pone la espontaneidad en el centro. Es el eje de su funcionamiento”, indica Calcagno.
“Si bien son los jóvenes quienes marcan la migración desde una red social a otra, los usuarios, en general, están buscando espacios limpios, con poca contaminación. Quieren entornos que les permitan conectar con lo real”, agrega la docente de la Facultad de Comunicación y Diseño de ORT.
Con respecto a cómo repercute la aparición de BeReal en el ecosistema de las redes sociales, que es cada vez más amplio, Romina explica: “Desde hace tiempo, se viene fragmentando el consumo de las redes sociales. Hay nichos que se mueven a determinadas redes y, a la vez, hay usuarios que utilizan varias redes sociales. Es algo que está cambiando”.
