Al principio de la Licenciatura se trabaja en el desarrollo del pensamiento creativo y en el despegue de la capacidad de generar ideas.
Es allí cuando surge la posibilidad de crear un objeto nuevo, que considera integralmente varios factores: la eficiencia funcional, los componentes estéticos (la forma, los materiales, sus atributos) y la viabilidad técnico-constructiva. Esos son los dos aspectos fundamentales en el diseño industrial: el concepto de un producto atractivo que cumple una función. Algo que distingue al diseño es el grado de novedad que se incorpora: siempre el diseñador tiene que crear algo novedoso, que llame la atención.
El punto de partida del diseño industrial puede ser una situación para la cual no existe una solución —un nuevo diseño— o la mejora de algo existente —un rediseño—.
Una vez que las ideas son generadas, el segundo paso es la expresión. Es entonces que se pasa a las técnicas de creatividad: a partir de elementos de inspiración, como el trabajo con materiales y la observación atenta, se detectan problemas y oportunidades. Eso es lo primero a desarrollar: una actitud crítica en la relación que construyen los hombres y los objetos.
Durante la Licenciatura se desarrollan capacidades de expresión, tanto a nivel oral y escrito, como las técnicas tradicionales, el dibujo técnico, la ilustración del producto y el uso de técnicas digitales. Las habilidades de expresión y comunicación son importantísimas para que los diseñadores, frente a un cliente o un auditorio, destaquen las fortalezas y los puntos atractivos de su propuesta.
Para poder desarrollar estas técnicas de creatividad y de expresión, se trabaja sobre las técnicas tradicionales manuales con la incorporación de tecnología digital, lo que es una fortaleza de la Universidad ORT Uruguay.
La viabilidad técnica es un elemento muy importante: las ideas deben ser factibles de ser realizadas con las tecnologías disponibles en el medio o tomando como referencia productiva a una determinada industria o proveedor (local, regional o global).
Para facilitar la realización de las ideas, otra fortaleza de la universidad es la disponibilidad de los Laboratorios de Diseño, especialmente del Laboratorio de Prototipado 3D, en donde el estudiante primero se sensibiliza con los materiales, conoce su respuesta a todos los sentidos, luego materializa la idea para evaluarla como producto: la idea conceptual de una silla evoluciona hacia el objeto silla y, mediante un prototipo, permite evaluar su atractivo y comodidad.
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